jueves, 3 de julio de 2014

El Deshielo Efectos del Calentamiento Global

El deshielo de los polos es un problema grave de la actualidad, que sigue acelerándose con el paso del tiempo, algunos factores que influyen son el uso excesivos de gases contaminantes y de componente ustibles. Otras causas son la excesiva producción de CO2, junto con los gases liberados por las fábricas en el mundo. Las consecuencias de este calentamiento son numerosas, en primer lugar sube la temperatura y cambia el ciclo hidrológico (las precipitaciones y su distribución), aumentan las sequías y las lluvias torrenciales, se multiplica la frecuencia de tifones y huracanas; en los grandes océanos la subida de la temperatura del agua está blanqueando y destruyendo los arrecifes de coral, quizás el más variado y rico ecosistema marino; muchas especies de valor pesquero se desplazan a latitudes más altas y otras corren riesgo de desaparecer por la modificaciones en su ecosistema. 

El hielo de las zonas polares se está derritiendo, lo que contribuye a la elevación del nivel del mar, y muchas zonas costeras de alto valor económico, donde se asientan enormes ciudades y zonas muy pobladas, corren el riesgo de ser cubiertas por las aguas. Islas del índico y el pacífico como las Maldivas o Nauru, de origen coralino y poca altura, corren el riesgo de desaparecer. Sin embargo, el lugar donde más evidente se está haciendo este calentamiento global es en el Polo Norte (Ártico), un océano helado. Mientras en el Polo Sur (Antártida), un continente helado y por tanto con temperaturas más frías, el volumen de los hielos permanece más estable, en el Ártico la situación se torna dramática. Cada año, el Polo Norte vive entre el verano y el invierno una variación de temperatura que conlleva un cambio en la superficie helada.
El mínimo de hielo se encuentra hacia el final del verano, entorno a septiembre, momento en que los hielos suelen replegarse hacia la costa norte de Groenlandia y las islas del norte de Canadá, zonas donde permanece hielo muy viejo que nunca se ha derretido y donde buena parte de Groenlandia permanece helada en su interior, con un enorme glaciar. Después la superficie de mar helado va aumentando cada año desde otoño hasta encontrar su máxima extensión al final del invierno, en que alcanza las costas europeas y asiáticas del océano Glaciar Ártico.
Pues bien, al final del último verano, el de 2012, saltaron todas las alarmas, la NASA observó desde satélite (ver imágenes superiores) la evolución del hielo, y durante su mínimo anual, a mediados de septiembre, tan solo había 3,4 millones de kilómetros cuadrados de hielo, unas 7 veces la superficie de España. Puede parecer mucho, pero no debemos olvidar, que en 1980 la extensión de hielo era de 7 millones de km2. En poco más de 30 años, la extensión del casquete helado ártico se ha reducido más de la mitad, y buena parte de esa reducción ha sido además en la última década. Este proceso se ve aumentado porque los hielos y la nieve reflejan el calor, mientras la tierra negra o el mar oscuro de las zonas polares absorben más el calor. Si en el polo hay cada vez menos hielo y más tierra y zonas de mar, el polo absorberá más calor, acelerándose el proceso de calentamiento y el deshielo.


Calentamiento global se convierte en un tema que reclama una mayor atención por parte de los gobiernos y de los seres humanos en general.  Las consecuencias de este fenómeno podrían ser nefastas.  De continuar el incremento de la velocidad de deshielo, el planeta perdería buena parte de su superficie habitable, generando varios conflictos, esto sumado a los cambios -que aún se investigan- en las condiciones de vida de todos los organismos del planeta, que alteran ecosistemas y la biósfera en general. 

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